lunes, 13 de febrero de 2017

EL RINCÓN DEL CINÉFILO- Whiplash: Música y Obsesión (Damien Chazelle, 2014)

WHIPLASH: Música y Obsesión


Año: 2014
Director: Damien Chazelle
Reparto: Miles Teller, J.K. Simmons, Melisa Benoist, Paul Reiser

Este fin de semana me toca comentar esta película, reciente, y poco conocida relativamente, pero especial. Por primera vez analizaremos una película relacionada con el mundo de la música, perteneciente una vez mas del género independiente. El autor de esta película es el joven Damien Chazelle, director joven quién actualmente esta dejando el listón muy alto, no solo con esta cinta, sino también con "La la Land". Aunque no he tenido la fortuna de ver esta última, tengo esperanzas en que por lo menos iguale a Whiplash, porque os adelanto de que no es fácil.




SINOPSIS
Andrew Neiman, un joven baterista con un gran potencial se matricula en el mejor conservatorio de todo el país, el Shaffer de Nueva York. En el atraerá la atención de un tal Terence Flecther, quien le ofrece un puesto de batería en su banda de jazz. Neiman no sera consciente de las aptitudes del director. Impulsivo, estricto, poco ortodoxo y odioso que pondrá al batería por encima del límite de sus capacidades, convirtiendo su experiencia en la banda una autentica pesadilla


Cuando antes he mencionado lo alto que ha dejado Damien Chazelle el listón actual del cine, lo digo sin tirarme de los pelos. Si esta cinta os pilla de improviso (como es mi caso), os dejará con una expresión de estupor mayúscula, y puedo decir sin titubear, que esta cinta es una de las mejores cintas musicales y dramáticas de los últimos 20 años. ¿Por qué?, aquí los motivos.


Empezamos por su montaje, por el cuál se ha llevado su correspondiente condecoración. Fotografía muy bien cuidada, con una fantástica iluminación y unos buenos planos. Tiene mucho mérito que con poco presupuesto consiga todos estos buenos puntos. Como segundo punto, su banda sonora. El genero del jazz se reivindica en esta cinta con piezas espectaculares, movidas y frenéticas, canciones que vemos en la cinta quienes las interpretan, colocadas en el momento y lugar apropiados.

Su punto cumbre, y por el que se soporta el 70% de la cinta, es su reparto, en concreto sus dos protagonistas. Primero tenemos al joven Andrew Neiman, interpretado por Miles Teller. Su puesta en escena es cuanto menos impecable, siendo el centro de atención total en cada minuto. El protagonista que interpreta escala hasta el límite de su potencial, sobrepasándolo en muchas ocasiones, poniendo en juego no solo su físico y cordura, si no también su propia vida, dejando atrás todo aquello que realmente quiere, por su único deseo de ser un batería de prestigio.


Pero entonces, ¿quién es su verdugo?,¿quién sería capaz de poner al limite de su cordura al joven?. Con esta pregunta paso a hablar del segundo protagonista, y del mejor actor de la película con diferencia. El tirano director Terence Fletcher, interpretado por J.K Simmons. Solo una palabra basta para definir su papel. BRUTAL. Ya habíamos presenciado antes personajes parecidos a este, como el Sargento Hartman (La Chaqueta Metálica, 1987), y este no le va a la zaga. Un personaje déspota, arrogante, exigente, perfeccionsita, de chispa fácil, y que no descansa.Son varias las escenas en las que expone las verguenzas y pone a los protagonistas al límite. La pregunta llega entonces, ¿es necesaria tanta agresividad?, ¿se convierte el Sr. Flechter en un dictador?. La primera respuesta que se nos ocurre es que no es fácil llegar a la cima. Podemos hacernos una idea.

Sin entrar en spoiler y como anticipo, la película goza de un ritmo tenso e incomodo, que no cesa hasta dar un pequeño descanso, para dar después un pelotazo final que deja con la boca abierta. Sin duda un film de 10, muy poco que criticar a esta cinta, que ha puesto al director Chazelle en la cima. Una futura película de culto.







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